Estación 15: Habitaciones 114 y 114c

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Controles de correo y teléfonos – Objetos de los Departamentos M y 26

 

El MfS controlaba diariamente entre 1.500 y 2.000 cartas sospechosas que eran enviadas o recibidas en el distrito de Leipzig. Con ello, vulneraba el secreto postal no sólo en casos individuales, sino de forma absolutamente institucionalizada. El Departamento M creó un fichero en el que intentó almacenar en microfilm pruebas caligráficas de todos aquellos que enviaban una carta al extranjero desde el área de Leipzig. Para poder ordenar los datos personales de manera clara, se “obtenía” de la policía una copia del carné de identidad que también se almacenaba. Este fichero incluía alrededor de 100.000 direcciones de Leipzig.

El Departamento M se empleaba especialmente a fondo con la correspondencia con áreas económicas no socialistas, llegando, por ejemplo, a retirar las divisas de los sobres. Entre un 3 y un 5 por ciento de las cartas abiertas no llegaban nunca a su destinatario, ya que eran retenidas por la Stasi.

 

(Kopie 2)

(Kopie 3)

El museo ha podido conservar muchos de los aparatos que se utilizaban para controlar el correo, entre otros, dispositivos para abrir las cartas, fotografiarlas, examinarlas con rayos x, volver a pegarlas y plancharlas. Todas las cartas relevantes eran enviadas como fotocopia o en original al departamento responsable de las investigaciones posteriores. Todos los telegramas que se recibían en el distrito de Leipzig eran impresos de forma paralela por el MfS.

Los empleados del Departamento 26 interceptaban conversaciones telefónicas que, gracias a líneas especiales, se podían recibir directamente en la “Runde Ecke”. En el edificio nuevo se encontraba una instalación de escucha con la que se podían grabar 300 conversaciones telefónicas simultáneamente. Si se compara con el escaso número de ciudadanos de la RDA que disponían de teléfono, era una cantidad muy alta. Posteriormente, las conversaciones se transcribían palabra por palabra y se volvían a utilizar las cintas. Una gran parte de las cintas empleadas habían sido confiscadas por el MfS de paquetes enviados desde la RFA. Además del control telefónico, el Departamento 26 se encargaba de diversas medidas de vigilancia técnicas, como por ejemplo la instalación de micrófonos.